Overnight oats

Este se ha convertido en uno de mis desayunos y meriendas favorito. Además de rico, como se deja preparado con antelación, ahorramos mucho tiempo por las mañanas.
Encontraréis muchas maneras de prepararlo, yo os dejo la que más me gusta a mí pero por una cuestión de textura básicamente. Habitualmente la avena se deja a remojo con queso batido, yogurt o leche, pero yo lo hago en agua y después la agrego al lácteo elegido.

El resto de los ingredientes también pueden variar pues se podemos cambiar la fruta, añadir frutos secos... un sin fin de posibilidades.

Ingredientes:

• Media taza de copos de avena
• Agua
• 1 cucharada de semillas de chía
• 1 o 2 cucharadas de coco rallado (al gusto)
• canela
• 1 yogurt de cabra, vaca o queso batido
• melocotón, plátano, o la fruta que queráis

Procedimiento:


Colocar la avena en un tarro de cristal, agregar el coco, las semillas de chía y la canela. Mezclar bien los ingredientes. Cubrir con agua, aproximadamente el agua debe superar medio dedo a la mezcla anterior. Tapar el tarro y dejar en la nevera durante toda la noche.

A la mañana siguiente la avena estará blandita y húmeda pues habrá absorbido todo el agua. Ahora sólo tenéis que añadir el lácteo elegido y la fruta troceada. 

Se puede calentar o tomar fría (a mí me gusta así pero está buena de lo dos modos).


Nota: podéis hacer más cantidad de la deseada y guardarla en la nevera 3 o 4 días.