He de confesar que esta receta me sorprendió, tanto por su sencillez como por su textura. Es una manera divertida para que los niños coman fruta y no lleva ningún otro azúcar que no sea el de los ingredientes. Sólo tiene un inconveniente: necesitáis un buen procesador de alimentos (Thermomix o similar).
Ingredientes:
- 2 plátanos pequeños muy maduros congelados
- 10 fresas congeladas
- Dos cucharadas de yogourt de cabra o vaca (Opcional).
Procedimiento:
Simplemente hay que procesar los ingredientes en el robot de cocina y listo. No añadí el yogourt y quedó igualmente cremoso pero con él ganaría cremosidad, si así lo deseáis.
Nota: Para congelar los plátanos sólo tenéis que cortarlos en rodajas y meterlos en una bolsa de plástico al igual que las fresas (éstas no hace falta partirlas si no son muy grandes). Cuando tengáis plátanos maduros que no váis a consumir, los congeláis y así no se estropearán y ya los tendréis preparados para estas ocasiones.
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