Ya no recuerdo cuando fue la última vez que tomé un phoskito...pero en mi infancia era una de esas cosas que comíamos muy de vez en cuando y que nos sabían a gloria. Por eso he buscado una opción más saludable y he preparado esta receta que me ha traído muchos recuerdos y que sin duda no deja nada que envidiar a los originales.
Aunque es una receta más laboriosa que las que acostumbro a hacer, os recomiendo que la probéis, porque están buenísimos...
Ingredientes para el bizcocho:
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40 gr de harina de avena
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20 gr de harina de anacardos (vale almendra o más avena)
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3 claras de huevo
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2 yemas
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60 ml de leche o bebida vegetal
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1 cucharadita rasa de levadura en polvo
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esencia de vainilla
- 1 pizca de sal
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15 ml de sirope de ágave, eritritol, estevia...
Ingredientes para el relleno:
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250 gr de queso de untar alto en proteínas o bajo en grasa
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15 ml de sirope de ágave, estevia, eritritol o nada
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esencia de vainilla
Ingredientes para la cobertura:
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chocolate negro al 85%
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1 cucharada de aceite de coco
Procedimiento:
En primer lugar prepararemos el bizcocho. Para ello colocaremos en un bol las yemas y las batiremos con la leche. Añadiremos una pizca de sal, el endulzante y la levadura. Mezclaremos bien y añadiremos las harinas.
A continuación montaremos las claras a punto de nieve.
Cuando estén lista, las incorporaremos a la mezcla anterior con
movimientos envolventes.
Colocaremos la mezcla sobre papel de hornear en una bandeja de horno y cocinaremos 8-10 minutos a 170ºC con el horno precalentado previamente.
Mientras se cocina el bizcocho, prepararemos el relleno mezclando los ingredientes del mismo y lo refrigeramemos.
Retiraremos el bizcocho, esperaremos unos minutos a que enfríe un poco y lo despegaremos del papel colocándolo sobre otro.
Cuando se haya enfriado el bizcocho, lo rellenaremos con la crema de queso, lo enrollaremos con mucho cuidado y lo enfriaremos en el congelador al menos media hora (o en la nevera por más tiempo).
Ahora sólo nos queda cortarlo y bañar los phoskitos con el chocolate por una de las caras colocándolos sobre una rejillas. Cuando solidifique el chocolate, bañaremos los borde y el otro lado de los pastelitos.
Nota: mantener en la nevera hasta el momento de consumirlos.